23 de octubre de 2010

Entrevista a Mercedes de la Puerta, creadora de Spantajáparos

Hola;
  
Os transcribimos a continuación la entrevista de YoDona (El Mundo), a Mercedes de la Puerta, creadora de Spantajáparos:

"Entre nuestras clientes, están las infantas Leonor y Sofía"
Diseño infantil muy real

Desde pequeña vendía de todo. Éramos unos 10 hermanos, y si querías algo, debías pagártelo. Mi padre tenía mucha visión comercial y fue un gran maestro, creo que me parezco muchísimo a él. Cuando me casé, hace 15 años, empecé a coser prendas para niños. Diseñaba modelos de punto que fabricaban señoras en sus casas, y yo los vendía a tiendas. Hace seis años una amiga que tiene una marca de ropa de niños me dijo que fabricaban mucho en la India, y me lié la manta a la cabeza; la gente dice que fui valiente, pero más bien creo que la palabra es inconsciente, porque no sabía en qué me metía. Partí con mi marido a la India y comencé a contactar con fabricantes de tela. Ahora trabajo también con Turquía y Perú; con China ya no, porque tuve una mala experiencia.

Confecciono mucho en España, sobre todo lo que tiene detalles más elaborados, a los que doy mucha importancia porque pienso que de ellos depende el éxito

Una amiga me puso en contacto con empresas de patronaje y otros proveedores, y lancé mi primera colección. Había producido una barbaridad, porque los indios te fabrican un mínimo de 2.000 metros si quieres una tela de calidad.

Empecé montando una especie de 'showroom' en el salón de casa de mi madre, que es muy grande. Como tengo muchos hijos, sabía que quería algo original y con un buen precio. Cuando llevaba un mes, mis trajes se veían por todas partes, y eso era un problema, tenía que sacarlo de Sevilla. Contacté con amigas de mucha confianza y les dejé la ropa en depósito: vendían en sus ciudades a cambio de un porcentaje. Pero todo seguía siendo muy casero y daba muchísimo trabajo. Para que fuera una empresa, debía ser sostenible por sí sola. Propuse a las amigas de fuera de Sevilla que montaran tiendas de la firma, y empecé a vender a establecimientos multimarca.

Hace dos años puse en marcha la 'web', que nos ha dado mucha repercusión, y el año pasado mi marido dejó su trabajo para ayudarme en la gestión, y me pude centrar en el diseño y la producción.

Mantenemos la política del buen precio, porque apuesto más por el volumen de venta que por el margen de beneficio, y creo que no me he equivocado. Empecé con trajecitos y camisas, y he ido añadiendo de todo. Tenemos ropa de niño, de mamá, y mi reto es hacer canastillas de bebé y, cuando estemos consolidados, una línea de preadolescentes.

Quiero seguir expandiendo la marca por toda España antes de salir al extranjero. Cuando publican en prensa fotos de las niñas de las infantas con mis modelos, se agotan en tienda. Ellas y mis hijos son mi mejor escaparate, siempre vestidos con mi ropa. A las niñas las tengo fritas, porque les pruebo veinte mil veces hasta que el patrón me gusta.

Sigo trabajando muchísimo, pero cuando mis hijos llegan a casa, estoy allí.